Los clientes, abogados ... Leer más
Los clientes, abogados de profesión, adquirieron la planta 1ª y 2ª de un edificio de principios del s. XX.
Se trataba de reinventar el espacio partiendo de la unión de dos plantas. La escalera, a la que se da una importancia teatral, conecta los espacios y crea un diálogo entre los ámbitos principales y los ámbitos secundarios.
El vestíbulo-recepción-sala de espera, las áreas de trabajo individual y las áreas de trabajo colectivo constituyen los tres ambientes creados.
La transición entre ámbitos públicos y privados se realiza de modo ininterrumpido, estableciéndose una conexión visual y lógica entre cada zona y la zona precedente.
Paralelamente, los ámbitos secundarios, cerrados o semi-cerrados, sala de reuniones, cocina, servicios, actúan como soporte funcional de los ámbitos principales, y guardan la memoria de la vivienda pre-existente (azulejos, baldosas, cornisas,… reutilizadas en nuevos usos).
Se consigue una arquitectura funcional que, mediante geometrías nuevas y materiales cotidianos, consigue un efecto poético.
El resultado: un entorno de trabajo vivo y humano cuyo diseño favorece experiencias de diversos tipos, desde el trabajo privado a la colaboración en grupo.
Los nuevos elementos, que definen el nuevo espacio, se expresan de modo simple y limpio. Materiales ordinarios con usos y acabados inesperados animan y otorgan energía al claro trazado. Las planchas de hierro que configuran y definen los espacios, se utilizan para realizar estanterías escultóricas, para unificar rodapiés, para remarcar las transiciones de los espacios, para enmarcar los núcleos de comunicación – escalera y ascensor- .
Los materiales constructivos, reflejan la dualidad entre la historia del edificio y el nuevo espacio de trabajo, situado en un contexto poético.
La iluminación, se ha cuidado especialmente, para conseguir ese efecto plástico-poético, que se pretende introducir en la tipología del bufete de abogados.